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Comprar una plaza de garaje, como las que vende MURE, es una opción que cada vez contemplan más ciudadanos. Las políticas destinadas a disminuir el uso del vehículo privado en las ciudades suelen incluir una reducción del número plazas de aparcamiento disponibles en la calle. Por eso, muchos conductores se plantean adquirir o alquilar su propio espacio para aparcar. Sin embargo, no es la única razón que impulsa este mercado.

Al igual que en el caso de las viviendas, muchos ahorradores encuentran en la compra de plazas de garaje y su posterior arrendamiento una fuente de rentabilidad. En el caso de grandes ciudades, su alquiler puede ofrecer un rendimiento superior al 6%. Se trata de activos que requieren poco mantenimiento, con gastos asociados pequeños.

También conviene tener en cuenta que prácticamente dos de cada tres viviendas en España no disponen de aparcamiento asociado. Este es un motivo más por el que cada vez más inversores y usuarios se plantean adquirir una plaza de garaje.
En cuanto nos planteamos la compra de una plaza de garaje, lo primero que hay que estudiar es la zona en la que está ubicada.. De esta manera, responderemos a cuestiones tan básicas como qué rentabilidad podremos obtener si estamos interesados en arrendarla.
Las plazas de garaje son bienes inmuebles cuya compra también se ve gravada por impuestos. 

Si la plaza de garaje la vende el promotor en primera entrega, habrá que pagar el 21% de IVA o el 10% si va a asociada a la compra de una vivienda nueva. Si es de segunda mano, habrá que hacer frente al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP). También hay que tener en cuenta el impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados (AJD).

Otros gastos asociados a la compra que se deben tener en cuenta son los relativos a notaría, gestoría o registro, junto a los derivados de la hipoteca en el caso de constituir una.

*Fuente: Huellas by Sareb.